08 enero 2021

A nuestro amor se le empezaron a notar las costillas

Siempre con los dedos temblorosos merodeando el botón rojo.
La explosión era cuestión de tiempo. Todo daba igual. Estábamos a punto de convertirnos en zona restringida por radiación nuclear.

Sobre nosotros persistía una nube negra que siempre tapaba el sol.

Manteníamos viva una esperanza transitoria. "Todo va a salir bien", nos decíamos con ojos llorosos y el estómago desintegrado.
Ni nosotros mismos nos creíamos.

A nuestro amor se le empezaron a notar las costillas y los buitres negros custodiaban en lo alto nuestros últimos suspiros. Simplemente esperaban. Poco a poco nos metimos, sin quererlo, en un laberinto mental del que nadie hubiera sido capaz de escapar.

Con el corazón lleno de tiritas, el alma amordazada y la mente atada de pies y manos.

El amor, si lo masticas mucho, se hace bola.

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