23 febrero 2018

Que te vaya bonito





Estamos fabricados de lo que nos chilla entre las costillas, y yo solo me escucho de adentro que quiero con todas mis fuerzas que te vaya bonito.
Has sido, eres y serás valiente, como yo te he visto serlo.
Que mereces ver tu sonrisa en el espejo y quien decidas la vea en pleno directo, mucho más que yo cuando me levanto por las mañanas quitándome las legañas.
Y después de 4000 sentimientos contigo, de claro a oscuro, de brillar a estallar, de imposible mejorarte a imposible olvidarte. Después de todo, me quedo con esto, porque toca, porque es lo justo, porque lo merecemos, porque lo siento así.
No me cabe rencor alguno contigo, no tengo tiempo para pensarte mal, no vas a ser el clavo ardiendo con el que me queme por las noches, no voy a resignarme a recordarte con rabia.
Porque si algo me gané, fue sentir el orgullo de haberte vivido de tan cerca.
Y yo no sé si sentir así es querer mucho, poco o regular, pero sí puedo asegurar que es de verdad, que las letras salen con sonrisa, la sonrisa del que siente haber sido el más querido del mundo, y eso nada lo borra, ni todas las lágrimas que dejé en la almohada cuando desapareciste.
Yo te he visto de todas las maneras, y aunque no pueda hacerlo más, aunque esto sea lo más próximo a hablar contigo, aunque esto sea una conversación de yo conmigo y no me leas nunca, te lo estoy diciendo, TE LO GRITO a los cuatro vientos si es necesario. Para mí es casi como tenerte delante y verme reflejado en tu iris.
Mereces brillar,
Mereces disfrutar,
Mereces que te hagan sentir cosas increíbles,
Mereces vibrar .
Sin duda, mereces todo lo que te di algún día y lo que no supe darte también.
Mereces todo lo que una persona tan especial puede merecer.
Y no lo digo yo, lo dicen las letras, y te aseguro que a ellas se les da fatal mentir.

Sé feliz y que te vaya bonito.

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