24 junio 2020

Volví conmigo

Volví conmigo. Y es que andaba un tiempo esperándome.

Me encontré dejado y perdido, con las barbas largas y la piel escocida. Así es como se encuentra uno cuando se ha dejado atrás, cuando se olvida.

Me necesitaba, pero yo estaba en otras cosas. Entretenido a codazos con mis angustias, degustando mi amargura innata, mi sinsabor especial.

Abandonado, me enfadé conmigo mismo, pues no era la primera vez que me iba, que me traicionaba. No era la primera vez que jugaba con fuego y me quemaba. No era la primera vez que me lanzaba a la hoguera para arder, conscientemente.

Pero como los buenos amigos, sabía que al volver, estaría. No soy perfecto, ni hay que serlo. Y después de una mirada al espejo de ''estás gilipollas o qué te pasa", me abracé, me abracé tan fuerte que acabé de fracturarme los pocos huesos que me quedaban firmes.

Quise solucionar rápido mi mente desfigurada. Puse en sintonía mi cuerpo y mi alma y centré el tiro de mis necesidades, mentales y corporales.

Tenía cierta prisa, pues nunca se sabe el momento en el que volverás a desaparecer, el momento en el que te echarás de menos, y comenzarás de nuevo a buscarte entre un sinfín de cosas inservibles.

Me iré, seguro, pero volveré a arreglarme como ahora. Con orgullo, volveré conmigo.

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