01 mayo 2020

Eligiendo epitafio


Hoy hablaré de ti.
Siempre marcando la diferencia y contagiando alegría. Contigo cualquier persona es poderosa. Tu simple susurro disipa los miedos y los destierra al olvido. Si te asomas se vislumbran sonrisas y hay plaga de optimismo. Eres la mayor culpable de los éxitos y tu ausencia es el comienzo de todas las debacles. Sin ti no valen las caras bonitas, ni los títulos universitarios, ni siquiera es útil la mayor de las experiencias. Sin ti hay vacío, hay la nada. Eres el señuelo de las risas, el imán más potente conocido. Tu poder de atracción es tal, que parece mentira que haya quien te desprecie. Eres poder, eres valor, eres energía, eres ganas de comerte el mundo, eres luz. Quien decide tenerte, decide actuar, decide vivir, decide aparcar la desidia y la apatía. Ser tu portador es una decisión que te acerca a la felicidad, el ‘’toc toc’’ en la puerta de tus sueños, quien te empuja a dos metros de la meta y quien te susurra al oído cuando ya no puedes más. Ella es la clave, la llave maestra que abre todos los portones, quien te permite ver las ventanas cuando las puertas más dolorosas se cierran de portazo. Es quien mantiene viva la llama cuando crees que todo está perdido, es gasolina. Es la más bonita de las virtudes, la más importante y la más infravalorada. Es la que da la vuelta a la tortilla, la que detiene y derrite las bolas de nieve, la encargada de ver el gris, incluso algo blanco en un mural negro. Es quien te ve guapa en el espejo, quien te da tranquilidad si las cosas salen mal. Ni Dios ni destino, los pasos que vas dando los firma ella. Hay quien nace contigo, hay quien te encuentra, hay quien te busca y hay quien nunca sabrá de tu existencia.

Gracias a los que la mostráis, la explotáis y sabéis de su poder, quien la expande día a día, inconscientemente quizás. Sois los que movéis el mundo, los que lo empujan.

No hay más que hablar, contamínate de ella... y que en tu epitafio se lea: "Vivía con actitud"

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