11 noviembre 2019

Mastúrbame



Estoy tranquilo. Viviendo en aquí y ahora.

Mientras trato de dejar la mente en blanco, me escribo. Algo triste, algo bonito, algo, lo que hoy le salga a este lápiz sin punta.

Me encuentro bien, respiración serena y párpados cada vez más cerrados, como si quisieran venirse conmigo a mi privilegiada isla caribeña particular.

Hasta mis pies descansan uno sobre el otro sin su inseparable tic nervioso. Hasta mi corazón se ha tomado un respiro bajándose las pulsaciones. Y digo yo, ya está bien de que lo que siempre se baje sean los pantalones. 

Si cierro los ojos un segundo, me duermo, si dejo de apretar el lápiz con los dedos, me duermo. Y es que, nunca un chute de heroína en verso fue tan puro.

Generador de momentos tila. Inestimable colaborador del "aquí todo es posible".

Sigue masturbándome el cuerpo y el cerebro, por favor.

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