Nada de
reina, con permiso expreso de Freddie Mercury.
Nunca
princesa, en la república socialista, ecologista y feminista de tu casa.
Reencarnación
de las brujas que ardieron en la hoguera.
Enseñas
con valores, no con libros.
A
diferencia de David Bowie, tú has podido ser heroína todos los días.
Luchadora
incansable, de principios inquebrantables, de las personas que mueven el mundo,
de las que lo hacen girar con algo de sentido, haciéndolo un poquito más
habitable.
Quien
te conozca sabe que lo que está leyendo no es una mirada subjetiva, es tan real
como tus rizos y tus ojos de tu color preferido.
Nuestra primera palabra, nuestro cuentacuentos particular, la principal fuente de aprendizaje y el pilar indestructible. Sin duda, nuestro ejemplo a seguir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario