No sé por qué hoy, ni por qué
no ayer, tampoco importa mucho. Pero al final llegó el día. Llegó el día en el
que me atreví a sacar tu foto de la cartera.
Y no, no pasó nada…
Aquí mandan las letras. Sublevadas e irreverentes todas ellas, han tomado el control. Cuando se mezclan hablan mis tripas, descansan mis temblores y se desgañitan mis contradicciones. Se desnudarán sin censuras, tronarán sus pulsaciones y oscilarán sus biorritmos cambiantes. Ahí están… Agárrate que vienen poniendo las íes sobre los puntos.
Qué bonito Adrian... un abrazo fuerte
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado. Espero que vaya todo bien Pilar. Un beso!
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