Aquí mandan las letras. Sublevadas e irreverentes todas ellas, han tomado el control. Cuando se mezclan hablan mis tripas, descansan mis temblores y se desgañitan mis contradicciones. Se desnudarán sin censuras, tronarán sus pulsaciones y oscilarán sus biorritmos cambiantes. Ahí están… Agárrate que vienen poniendo las íes sobre los puntos.
11 junio 2017
Hoy no escribo, hoy pinto
Acostumbraba
a ahogar sus penas en una hoja en blanco. Renegaba de los días grises y las
noches a oscuras con los ojos como platos.
Disfrutaba como el que más del atardecer anaranjado y del indescriptible color
de las noches de cerveza en buena compañía. Inolvidable aquella blusa roja que
tapaba todo lo demás aquel día. Se negaba a pensar en un futuro negro, prefería
admitir un tono incierto. Era adicto a sus ojos marrón verdoso y aliado de un
boli azul que apretaba con fuerza cuando se acababan los colores cálidos y
sentía el frío intenso de su recuerdo imborrable. No sabía ponerle color a sus
abrazos. Ni el de su sangre brotando del alma el día que dejó de verla. No tenía
clara la diferencia entre lila y morado, pero tenía una amplia gama de
emociones. Las mezclaba todas en el lienzo y le salía un bonito cuadro. Y
seguía pintando su vida con un cargamento de sentimientos convertidos, esta vez, en
acuarelas.
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