Prometo
no volver a dejarte sola.
Prometo
no volver a abandonarte en un cajón olvidada.
Aunque
de poco sirva pedirte perdón si no miras ni escuchas.
Echaba
tanto de menos besarte con palabras y tocarte con rimas que no se me absolverá
del crimen de haberte cambiado por barras de bar,
como si
el alcohol curara las heridas mejor que tú,
como si
un trago en un antro oscuro fuera mejor compañía que nuestra grandiosa
conexión.
Compañera
de viaje, echaba tantísimo de menos hablar contigo de todo…
¿Recuerdas
cuando cambiábamos el mundo y luchábamos contra cualquier injusticia?
Éramos
tan poderosos…
tanto
que llorar juntos despejaba cualquier pena.
Acostumbrábamos
a caminar de la mano por todas las páginas,
las
bonitas, las tristes y las más amargas.
Siento
que no merezco más tu atención,
que te
he fallado casi tanto como a mí mismo,
que sin
ti soy mucho menos
y
contigo he sido la persona más invencible de este mundo.
Si me
dejas…
prometo
que chirriará el lápiz con fuerza sobre tu piel,
que
daré rienda suelta a mi imaginación y soñaremos juntos una vez más,
que
compartiremos sentimientos plasmados en tinta negra imborrable,
que las
noches en vela te rozaré suave y tú me corresponderás sin decir nada.
Si me
dejas…
prometo
que ésta no será la última página que escribamos juntos.