Dime
qué se siente al reconocerte.
Encontrar el significado real
de cada una de las palabras.
La gloria y la miseria
en el mismo saco roto,
mezclados con mis dudas
más macabras.
Dime dónde se encuentra el horizonte,
el principio y el final,
las letras apropiadas
que reten
a este cataclismo existencial.
Dime qué se siente,
el parpadeo de la gente,
los gestos y aleteos
de todas esas mentes.
Colosales
extrañas
miedosas
indescifrables
mágicas
brillantes...
Dime dónde encontrar las respuestas,
si renuncié a un camino de rosas.
Si mis pies no dejan huella
y tengo las manos rotas.
Juzgarme la vida
tras mis ojos arrogantes.
El asedio que se fragua
entre mis dedos beligerantes.
Huracanes y tormentas
poniendo en entredicho la resistencia de mis huesos.
Y ahí adentro,
en lo más profundo del tuétano,
es donde escucho el rumor.
De mí,
aún,
me hallo
tremendamente lejos...
Lágrimas y sangre,
siento que las quiero todas para mí.
Enséñame a ver los colores,
todavía
tengo esperanzas en ti.
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