Un sacapuntas por favor

Con la miel en los labios
y los labios secos de esperarte.
Con el alma en pena
y la pena a flor de piel de no encontrarte.

Con las letras inquietas
cometo el sacrilegio de escribirte.
Acertaron mis pesadillas al confesarme
que un día ibas a irte.

Me duelen los sesos de pensarte,
con la angustia de un condenado a muerte,
se agrietan los dedos al no poder tocarte,
se parten las costillas de suspirarte.

La noche se hace casi tan larga como tu recuerdo abstracto.
Tu carita borrosa, casi de mentira,
se me aparece todos los días,
pero ya no me mira.

Tus andares y tus manías
ahora son susurro,
Me acurruco entre las sábanas frías
y me hago cada vez más pequeño,
y mis ojos rojos me odian y me faltan al respeto.

El papel llora lágrimas oscuras
porque escribo con ceniza y polvo,
porque vomito el puto fuego del infierno,
porque sabe que cuando me desnudo
me constipo,
porque la rabia, cuando es escrita, quema el papel.

Aprieto con fuerza el folio,
las palabras chillan,
salen chispas.
Hoy las odio más que nunca
y se retuercen mis tripas.

¡Click!

Se rompió la punta del lápiz...

Lápiz amarillo sobre una hoja en blanco de papel con una punta rota — Foto de kevron2002