30 mayo 2021

Gatito ciego, sordo y mudo

                                                                        Foto de Ana Moya Llorens @vanana.go

Sufro.

Sufro como un gatito recién nacido. Con sus ojos ciegos, sin poder observar el perverso mundo que me espera. Con el movimiento torpe de mi cuerpecito débil, incapaz todavía de activarse de una forma coordinada.

A merced de una suerte que desconozco, intento descubrir lo que ocurre alrededor de mis bigotes inexpertos.

Os juro que hago una fuerza tremenda con la boca de mi incómodo estómago, mi garganta de juguete y mi lengua hambrienta para producir algún ruido que merezca mención. Pero no me sale ni un triste "miau".

Me agobia esa sensación de desconocimiento. De simplemente confiar en lo que haya fuera.

Gato ciego, sordo y mudo.

Intento defenderme de no sé bien el qué.
Me defiendo con lo único que tengo. Unas agujas puntiagudas que he descubierto en el extremo de mis patas, que muevo como si no fueran mías. Un arma letal que no sé utilizar.

Me atormentan ruidos que no sé interpretar.
Miedos que no soy capaz de controlar.
Picores que se estratifican en mi piel inmadura.

Inmerso en la oscura incertidumbre que emite una noche eternizada en el cascabel de mis heridas abiertas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario