Me
llené de valentía. Algún día tenía que enfrentarme a esa playa. He vuelto a mi
rincón de pensar, ese que transformé para convertirlo en ti. Ese lugar que de
tanto pisarlo y soñarlo contigo, cogió tu olor. Allí ya no había piedras,
únicamente tu pelo molestándonos los ojos. Ya no había agua, sino besos
descolgados del hombro al cuello.
Era mi playa, después la nuestra, y volví a reencontrarme con ella, pero sin ti.
El cosquilleo se convirtió en nervios, y tenía la obligación de devolverle su estatus anterior, de sacarte de allí para que volviera a ser solamente playa. Mi playa, mis piedras, mis olas. Mi playa de nuevo, ya sin ti.
Era mi playa, después la nuestra, y volví a reencontrarme con ella, pero sin ti.
El cosquilleo se convirtió en nervios, y tenía la obligación de devolverle su estatus anterior, de sacarte de allí para que volviera a ser solamente playa. Mi playa, mis piedras, mis olas. Mi playa de nuevo, ya sin ti.
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