27 agosto 2021

Quiero ser la espuma de la cerveza

 
Foto extraída de: https://es.123rf.com/photo_5036942_cute-morena-gusto-bebiendo-cerveza-y-la-espuma-de-sus-labios.html?vti=o1tod9jdawzpm9acrp-1-70

 

Siento una envidia terrible de la espuma de la cerveza que, por un instante, se adueña de tus labios hasta que es barrida por esa lengua temeraria que se atreve a salir de detrás de tus dientes. Todo lo investiga, todo lo explora.

Quiero descubrir cada uno de los misterios que escondes tras esa sonrisa de no haber roto nunca un plato y, a la vez, haber provocado la guerra de Troya, la destrucción de Pompeya y la desaparición de los dinosaurios.

Y resulta que, soy incapaz de no quedarme obnubilado viendo el eclipse que se forma cuando acercas ese vaso goteante hacia el sol de tu boca.

Evitar que se note el tambaleo que me recorre el cuerpo, mientras doy por perdida la correcta gestión de mis ojos parlanchines.

Se me ha olvidado ayer, y mañana.
Ahora únicamente se me pasa por la cabeza cada una de las deidades, en las que no creo, para ofrecer mi alma. Un sacrificio humano, cualquier cosa que me cuenten las zarzas ardiendo, un rayo de Zeus o la cabeza de halcón del todopoderoso Ra, para seguir observando esta maravilla astrológica que no ocurre todos los días.

17 agosto 2021

Confía, volverás a arrugar la cara al sonreir

Y al final, entenderás que no.
Que no morirás de pena.
Que te descubrirás y explorarás por dentro,
y te gustará tanto que no querrás salir nunca de tu inmensidad interior.
Que cada lágrima derramada será un Mar de oportunidades que, seguro, serás capaz de atrapar.
Que tus ojos cambiarán la forma de mirar.
Que las mariposas se volverán a adueñar de tu estómago y ya no habrá manera de volver atrás.

Que encontrarás otras camas,
otros labios donde leer "te quiero",
otros cielos donde yacer eterna,
y mil motivos para cumplir esta dolorosa condena.

Que no.
Que te fijes en las estrellas,
tan brillantes y enteras,
ellas no mienten,
aunque puedan llevar millones de años muertas.

Déjate ser,
Es hora de que una lluvia torrencial encharque tus mejillas,
de habitar esos rincones que duelen.
De sentirte y abrazar
esa preciosa vulnerabilidad
que te visita en forma de vacío existencial.

Pero confía,
volverás a arrugar la cara al sonreír,
a desanudar la garganta,
a afilar los dedos que todo lo desean tocar,
a desencadenar tu vida una vez más.
a saltar y saltar,
todavía te quedan rodillas por desgastar
y unos ojos que lloren de alegría al ver nítidamente que eres la dueña de tu expansión eterna.

Confía,
pues el tiempo, aunque creo que no es quien nos cura, sí es quien nos da la oportunidad de agarrarnos a nuestra dignidad, a construirnos una actitud poderosa, permitiéndonos así, aprender a ser y a vivir de otras maneras.

Con otra piel,
con otros ojos,
con otros labios,
con otros cielos y tierras por descubrir.
Con otras cimas por conquistar.