Mariposa descolorida

Busco compensar mi tradicional cuadrícula intocable y aburrida, que he paseado siempre con pies de plomo, con algo que se parezca a la brutalidad desvergonzada de las letras de Robe Iniesta.

A veces, consigo confundirme y llego a creer que estoy hecho de otra pasta. Quizás ese afán por ser otra cosa, haya obligado a la sabia naturaleza a hacer de un capullo, mariposa. Mariposa negra y con un aleteo caótico, avanzando a trompicones.

Dice Eduardo Galeano que somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. Y yo ya estaba harto de esforzarme en balde en ser perfecto. Mejor cambiar radicalmente mi estrategia para dejarse ser un poco más. Y si conseguimos convertir las miradas juiciosas en puro sudapollismo, podría concluir que esa mariposa ha cumplido su objetivo. Aunque nunca vuele recto, ni rápido, ni a la altura esperada.