Encabezas
mi lista de fracasos.
Y así es como digiero este ranking diabólico y controvertido, con lápiz y papel.
Comprendo que pueda parecer insano e incluso absurdo, pero esta hoja es aspirina y tú ya llevas un rato doliéndome en la cabeza.
Y ahí te sitúas, líder de la clasificación más surrealista que pueda existir. Pero es que soy tan ordenado para estas cosas y tan caótico para otras, que voy mentalmente descoordinado. No encontrar las zapatillas de ir por casa en un cuadrado de 2x2 y enumerar del uno al diez todas mis arcadas.
Porque ser ordenado es muy relativo. Y gestionar tu cabeza-vertedero, de vez en cuando, es más importante que lanzar las zapatillas de ir por casa a una esquina de la habitación para no encontrarlas.
Y así es como digiero este ranking diabólico y controvertido, con lápiz y papel.
Comprendo que pueda parecer insano e incluso absurdo, pero esta hoja es aspirina y tú ya llevas un rato doliéndome en la cabeza.
Y ahí te sitúas, líder de la clasificación más surrealista que pueda existir. Pero es que soy tan ordenado para estas cosas y tan caótico para otras, que voy mentalmente descoordinado. No encontrar las zapatillas de ir por casa en un cuadrado de 2x2 y enumerar del uno al diez todas mis arcadas.
Porque ser ordenado es muy relativo. Y gestionar tu cabeza-vertedero, de vez en cuando, es más importante que lanzar las zapatillas de ir por casa a una esquina de la habitación para no encontrarlas.
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