27 mayo 2017

Tú eliges el descampao'

Me dijo: “Tú eliges el descampao”

Y de golpe,
se borraron los te quiero,
se desvanecieron las cartas de amor,
herimos de muerte al romanticismo más cutre.

Y Cupido tembló al ser testigo de la noche más bestia y animal de nuestra vida.



22 mayo 2017

Y quedarnos igualmente hambrientos

Cuatro noches que hablan solas.
Cuatro noches que son pocas,
suficientes noches
para darnos cuenta
de infinitas cosas.

Dos de verano
y dos de Fallas,
treinta y siete miradas clavadas
y un par de manos encontradas.

Siempre en dirección prohibida,
encerrando las ganas en un gintonic amargo,
engañando
a nuestras fantasías sin cumplir,
destronando
a los reyes del azar.
Y como no puede ser de otra manera,
la quinta noche
volverá a pasar.

Y volveré a dejar mi mirada viviendo en tus ojos
para no desacostumbrarlos.
Y volveré a tocarte,
pensando por un minuto que dejaste de ser murmuro de una noche.
Y volveré a cruzar las líneas rojas sin mirar.
Y volveré a dar vueltas sobre mí mismo
persiguiendo mi cola como perro estúpido.
Y volveré a desafiar al mundo
con la cabezonería de un niño malcriado.
Y volveré a gritarte que seas valiente,
con el único argumento de lo inexplicable al vernos.

Y mientras tanto,
solo espero que llegue la quinta noche
y volvamos a desayunarnos los ojos,
comernos con risas tontas
y cenarnos con la imaginación.

Y, aun así,

quedarnos igualmente hambrientos.



13 mayo 2017

Oferta de trabajo



Reclutamos valientes,
locos que no les importe romperse las cejas,
partirse la cara,
quedarse sin dientes.

Buscamos gente que olvide rápido ayer
y no le importe un carajo mañana,
que les dé igual si llueve o nieva,
si invierno o primavera.

Gente que se embarre hasta las rodillas,
que salte, aunque se rompa todas las costillas.
Gente preparada para esto,
con la carrera de disfrutar y un Máster en aprovechar cada puto segundo.
De los que huelen el miedo y sonríen.

Vividores de tercio y lo que se tercie.
De los que no perdonan abrazos,
de los que a su tiempo no engañan con plazos,
de los que no besan, muerden,
también la vida.

Trasnochadores de profesión,
soñadores natos,
los que convierten la diversión en su gran bastión.
Jugadores de Poker con infinitos ases en la manga.
De all-in de farol,
de los que han venido a jugar y nunca pasan.

Con B2 en aconsejar y C1 en escuchar,
carnet de vehículos de carne y huesos,
disponibilidad para viajar al otro lado del mundo,
o con más frecuencia, al mugriento bar de la esquina del barrio.
Experiencia cazando sueños demostrable.

Necesitamos buscadores de suerte,
portadores del virus contagioso del buen rollo,
miradas claras,
seres más transparentes que el agua.

Te llamo a filas.
Carga el fusil y afila los colmillos,
inventaremos y dispararemos a los problemas entre ceja y ceja,
dejaremos que se nos pierdan todos los tornillos,
roeremos la vida hasta desgastarnos las muelas y desencajarnos la mandíbula.


Vamos a pasarlo bien hasta que todo el cuerpo nos duela…

01 mayo 2017

Ayer hizo bien su revolución

Removiendo y empezando de nuevo,
resetea y vuelve a nacer,
apunta las victorias en el papel,
sumando cada palito en la casilla de vencer.

Cabalga a caballo ganador,
relincha y se arremanga con cada revolcón,
afila los cuchillos, y también las zarpas,
antes de subirse al vagón de cualquier tren,
en cualquier estación.
Ayer hizo bien su revolución.

Se lleva grabados en la piel todos los golpes,
se cuida más que antes,
se quiere más que nunca,
dejó de golpear la pared con la frente,
ya no se entretiene viendo su sangre derramada por las aceras de la calle.

Reinventarse o morir.
Ahora es un poco más malo,
ahora ya no siente ni las cosquillas en los costados,
ahora tiene la bandera pirata en lo más alto 
y cuando se queda patas arriba se revuelve enrabietado.
Ayer hizo bien su revolución.

Dejó lo que sobraba a un lado,
cogió solo un montón de ganas y una caja llena de valentía,
se vestía de sábado noche todos los días,
y todos los días se sentía libre y osado.
Ya no protestaba sus mentiras,
ni corregía a sus demoníacas contradicciones.

Ya no perdía el optimismo
y declaraba intransferible a su maltrecha sonrisa.
Ahora confía a ciegas en sus posibilidades,
y a ciegas viaja por la vida,
andando a tientas,
en ocasiones corriendo,
pero sin ningún cuidado y sin rastro de miedo.

Ayer hizo bien su revolución.