Lucho
incesantemente contra mí mismo,
contra mi ego,
mis miedos,
mis antiguos fracasos hechos piedra.
Deseo ferozmente desterrar la idea de poseerte.
Amarte con todo mi ser sin sentirte mía.
Siendo tú misma en todo tu esplendor. Con tu esencia intacta. Con tu propio
crecimiento y tu característica luz cegadora cerrándome los ojitos.
Vivirte y compartir todo contigo sin sentir la atroz consecuencia de las
inseguridades que nos atenazan.
Despegarme de las falsas creencias que sobrevuelan y anidan en nuestras cabezas
desde el día en que nacemos.
Salir del juego para jugar a aprender a amarte como imagino, como me sale
algunas veces, como mereces.