La emoción
que siento no la voy a poder expresar.
Es una energía que proviene de cada parte de mi cuerpo y se acumula en mi
estómago, sube con una fuerza y brillo propias de otro universo, se me escapa
de los pulmones y explota en el pecho.
Yo pensaba que no estaba hecho para sentir esto, quizás imaginarlo.
Imaginarte tantas veces.
Imaginarnos.
Tengo la sensación de haberte creado en mi cabeza mucho antes de que
aparecieras.
Y a decir verdad, no he sabido imaginarte tan bien, tan bonita, tan sensible,
tan genuina como eres.
Como esas cosas que todavía la ciencia no ha sabido dar una explicación.
Y pasarán siglos. Sí.
Pero a las brujas la historia también les absolvió de sus maravillosos pecados.
Es posible que llegue el momento en el que se entienda esto.
O alguien aprenda a escribirlo mejor.
O lo dibujemos con mayor realidad.
Hasta el momento, solo llego a vivirte con la conciencia de que me haces tanto
bien, que cada una de mis células, al unísono, se han puesto de acuerdo.
Quieren que llenes nuestros días de ti.
TE AMO y no sé explicártelo mejor.
Aquí mandan las letras. Sublevadas e irreverentes todas ellas, han tomado el control. Cuando se mezclan hablan mis tripas, descansan mis temblores y se desgañitan mis contradicciones. Se desnudarán sin censuras, tronarán sus pulsaciones y oscilarán sus biorritmos cambiantes. Ahí están… Agárrate que vienen poniendo las íes sobre los puntos.
16 diciembre 2023
No sé explicártelo mejor
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