06 septiembre 2019

El mapa de tu cara



Las yemas de mis dedos se están aprendiendo tu cara de memoria.

Saben el perfecto desorden de tus cejas,
la curvatura de tu nariz,
la suavidad de tus mejillas,
la sensibilidad exacta a la que se estremecen tus párpados,
la línea marcada de tus labios,
la fragilidad del lóbulo de tu oreja.

Conocen la dirección correcta de un lugar a otro, pero les encanta perderse en el mapa de tu cara.

Y así acostumbramos a pasar nuestro tiempo libre. Mis dedos leyéndote la cara y tú mudando a piel de gallina.


01 septiembre 2019

Estoy solo



Trato de vivir como si estuviera solo en el mundo, como si no tuviera a nadie más acompañando. Acostumbrarme a ello y que los abrazos y los "¿qué tal estás?" sean un extra, un bonus track sorprendente. Lo que nos ha tocado descaradamente, por buena o mala suerte.

Soy consciente que no deja de ser un truco malo, muy malo, para autoengañarme, para saber llevar mejor las pérdidas, los olvidos o lo que, simplemente, jamás estuvo.

Pasamos un rato por aquí y hay que intentar ser lo más práctico posible (no, no suelo conseguirlo, soy todo palabrería barata). 


Quizás si me lo repito ochenta veces diarias, lo escribo en un post-it y me lo pincho con una chincheta en la frente, quizás así...

la sangre chorreando por la cara sería lo de menos…